domingo, 28 de febrero de 2016

Monólogo XIV


En la investigación del tiempo me pregunté: ¿Cuántas formas de tiempo existen?
Desde el tiempo cronológico hasta el tiempo secular, encontramos también el tiempo mental, como reloj crono-biológico y psicológico.

En comparación con mi espiral, veo que todos los tiempos tienen una explicación objetiva y científica,  teórica.  En tanto mi espiral dialéctica  es más para ponerlo en práctica para poder sentirlo, descubrirlo, explicarlo, explicártelo. 

Te paras en el centro de tu existencia y caminas de la mano con tus contradicciones y, sientes cómo conforme resuelves, subes y sigues subiendo hasta la cúspide.  Es difícil arribar a la cúspide porque las contradicciones continúan y escalas continuamente.

…quizá sea una espiral sin fin.

jueves, 25 de febrero de 2016

Monólogo XIII



Is time to go or time to begin again. No sé por qué pensé en Inglés lo sentí más poético, más etéreo, menos verdadero, más musical.  Sentí mariposas revoloteando a mi alrededor y,  pensé en la canción “Is time to go” quizás por eso se me hizo musical.

Sábado, un día para dibujar o para divagar. ¡Divago! Zhivago.
Alcanzo los sonidos del silencio. Tienes que estar en calma para escuchar los sonidos del silencio o mejor: identificar el silencio.  Los sonidos siempre están.

Lo identificas al escuchar sus sonidos. Contradictorio ¿No? Hasta puedes leer lo que nunca has leído, EL SIGNIFICADO DE LO QUE NO EXISTE.

Cuando no estás en calma te pierdes en lo que no existe.

Al final de cuentas mi sábado no es tu sábado ni mi domingo será tu domingo este sábado puedo divagar y creer que estoy en calma y todo por escuchar los sonidos del silencio que me hacen identificar el silencio.

De repente escribo a mi oyente distante y me contesta distantemente.  Aprendes a creer que la distancia es relativa.  Mi oyente distante pudiera estar en la sala de mi casa y le podría gritar: “Alcánzame un vaso con agua” o decirle: “Que bella música escuchas”.  Una nueva identificación.

But I Thing that’s Better for one day to thing in English, and say: Is time to go or is time to begin again.


De cualquier forma los sonidos continúan descubriéndome el silencio.


martes, 23 de febrero de 2016

Monólogo XII



Si tu concepto de tiempo no es lineal sino va en espiral te das cuenta como sales de las contradicciones existenciales constantemente y, observas como creces en esa espiral  siempre hacia arriba, no es posible la regresión.

Como no existe regresión aprecias la vida con optimismo.

El  único y real problema es el económico porque está fuera de ti y no lo puedes resolver fácilmente.  Ahí nos perdemos dentro de esas inmensas sociedades de consumo y crecen  nuestros problemas.  La sociedad de consumo y la edad, son los peores enemigos del hombre.

Bueno, y la enfermedad.

Se escucha fácil, pero es una realidad profunda.



miércoles, 17 de febrero de 2016

Monólogo XI

Pensando en el después dejamos de pensar en el ayer y vemos como los días nos acercan a una nueva realidad.  Y es que ubicamos los acontecimientos en el justo lugar en los que fueron vividos.  Inmóviles, incoloros los días, con dolor, sin dolor porque ya no sientes el dolor que te ocasionaron ahora miras al después y florecen tus pensamientos porque cada instante es una nueva expresión de vida.

Podríamos decir que utilizamos aquellos días únicamente como un recurso para expresar un acontecimiento muerto al que paradójicamente damos vida.

Ahora muerto, pero que en su oportunidad torturó tu mente y tu sentimiento hasta exprimirlo en el dolor con sabor a sal.

Muchos de ustedes se preguntarán ¿Por qué cuando escribimos nos dejamos llevar por el sentimiento de melancolía o de dolor?  Pero no es cierto, esos sentimientos se han eliminado en el mismo momento que se elimina el recuerdo, el que se elimina con el magnífico espacio por no decir tiempo, porque el espacio está muy ligado con el tiempo y el tiempo me parece que si no estuviera acompañado del espacio no nos sería de tanta utilidad.


Y al final ¿Qué queda? solo la experiencia de la que sacamos diferentes conclusiones, conclusiones que nos ayudan a conocer la vida para seguir viviéndola y descubrirla con la brillantez que da el movimiento continuo,  interpretando de esa manera lo que significa la dialéctica  que nos ubica en la espiral del tiempo.


viernes, 12 de febrero de 2016

Monólogo IX


Pensando en el después.

Llega un momento en que todo queda sostenido de un hilo, y ves cómo se derrumba la vida completa.  Quedas al borde de un precipicio, y consideras que todo es del tamaño de un pañuelo, para dónde quieras ver desemboca en el cementerio, empiezas a crecer comprendiendo que realmente el mundo tiene el tamaño de un pañuelo.
Hasta que descubres la ventana de Internet que te abre el panorama y empiezas a considerar que el pañuelo se extendió.

Ese descubrimiento llega un poco tarde quizás unos 30 o 25 años adelante.

Consideramos que nuestra vida es lo más importante y la peor tragedia en el mundo y, realmente cuando lo ves retrospectivamente descubres que el mundo está cargado de tragedias y que existen factores que contribuyen a desarrollar esa tragedia.

Creo firmemente que un sistema que ha contribuido a esas tragedias es el capitalismo mal manejado que enriquece a unos cuantos pero esclaviza a otra buena cantidad de humanos.  No quiero decir con esto, que considero que la solución al problema sea el comunismo y sus derivaciones.  No, creo que en realidad el deterioro esté en el interior de los hombres.

El hombre que en su carrera loca va hacia su propia destrucción creyéndose Dios y sustituyendo a una divinidad que si ciertamente no existe, deja una doctrina de principios morales bien fundamentada.

El hombre que casi siempre está perdido en ese bosque de necesidades creadas por él mismo y muere en el consumismo más animal.

El hombre, que sustituye el amor por el factor necesidad y se pierde en un mar de conciencia sin conciencia.


Me recuerdo de una bella frase de San Francisco de Asís: “Yo necesito pocas cosas, y las pocas cosas que necesito, las necesito poco”.


domingo, 7 de febrero de 2016

Monólogo VIII

Me solicitan que relate, que continúe con el relato de mi libro Lágrimas de cocodrilo. Dicen que se me da, quizás sí, si se me da, pero para relatar debe mantenerse vivo el recuerdo, y resulta que al haber relatado desocupé el recuerdo y me cuesta continuar un relato con el recuerdo desocupado.
Lo que sucede es que desocupe una parte y, ahora me cuesta unir el recuerdo ocupado con el desocupado. Tendría que empezar por el recuerdo relatado para integrarlo al no relatado. Es algo complicado, no sé si me doy a entender.
Sí, es que lo dicho, dicho fue. Huyó de mi mente, tendré que leer mi libro para unir lo dicho con lo no dicho.
Lo dicho ya solo existe en el libro, mi mente borró el recuerdo dicho.
Lo dicho dolió y lo no dicho quizás dolió menos, tendemos a recordar lo que más duele pero al relatarlo lo descartamos y lo colocamos en el papel al alcance de quienes lo puedan leer. A quienes les agrada, a quienes no, pero lo importante es que ya fue dicho y descartado.
Por ese motivo, siempre me he inclinado a publicar, porque me gusta que me lean.
Guste o no guste lo escrito, a mí me ha gustado y no niego que así sea no sabes lo sabroso que siento ser auténtica en lo que digo y es por eso que desocupo. Tiro los recuerdos, las palabras, como el desnudista que ejecuta Streeptese tira su ropa se desnuda.
Es un trabajo fuerte e interesante Siempre lo intentaré para no defraudar a mis queridos lectores que no son muchos, no crean, pero a los cercanos que me han leído siempre que los encuentro me dicen lo mismo: ¿“Cuando veremos la continuación de Lágrimas”?

martes, 2 de febrero de 2016

Monólogo VII



Se pasa bien atendiendo  los jardines.  Mis margaritas empiezan a retoñar.  Las pascuas se despiden, se alejan de diciembre y del año que terminó.  Ya para marzo habrá que podar el árbol de estas flores que engalanan el último mes del año para tenerlas de nuevo en diciembre acabadas de nacer.  El mito del eterno retorno.  Viéndolo bien no es tan mito, es la repetición.  Pero no la repetición en vidas futuras (a pesar que en algunas filosofías se contempla), es la repetición de cada generación “naces, creces, te reproduces y mueres” los días se imitan, algo así pienso que es el eterno retorno.  Pero de seguro no es una imitación es algo nuevo que nace pero se repite con sus circunstancias.  Podríamos decir: La eterna imitación, hasta que dejemos de ver como se imitan.  Los días, digo.


Las flores renacen, retoñan. Un renacer pero la que se marchitó, la que se marchitó cayó para convertirse en hoja seca, en flor seca es la raíz la que da el eterno retorno.
En los seres humanos es el semen y el óvulo femenino los que dan el retorno.

Cuando el hombre y la mujer dejen de compartir… ¿Quién dará el retorno?
¡Elemental! En lo elemental está el conocimiento.