sábado, 30 de enero de 2016

Monólogo VI

Monólogo VI

Aprovecho que aún cuento con lucidez y memoria podría ser que pronto pierda de vista hasta mi pasado más cercano.  No es una certeza, pero todos estamos expuestos a que suceda cualquier acontecimiento negativo en nuestra salud y de pronto perdamos hasta el gusto por un helado. 

¡Me hubiera gustado tanto! Que mi madre hubiera guardado comunicación hasta el último momento de su vida, pero se fue quedando encerrada en un mutismo de cristal.  Interesante es, que cuando nos acerquemos a la muerte o la presintamos hablemos de nuestras impresiones y sensaciones de esos momentos, pero me inclino a pensar que el miedo ancestral hacia la muerte nos pierde en aislamiento  y mutismo, quizás es una defensa del cerebro para no darnos cuenta que pronto dejaremos el mundo que nos gusta y atrae con tanta fuerza.  Pido al gran Maestro pueda mantener comunicación y poder informar paso a paso el acercamiento a aquella sentencia de muerte esperada desde nuestro nacimiento.  Eso, si me acerco tranquilamente y mi sino no es morir dramáticamente en un accidente o bien un asesinato. 

Dejo a un lado tan atroz pensamiento.  Pero igual, útil.


lunes, 25 de enero de 2016



Entonces las espinas
se levantaron de la tierra
silbando
como flechas
lanzadas  por  Diana
y se clavaron
en el pecho de cupido.




domingo, 24 de enero de 2016

Monólogo V


Recuerdo las confesiones de Juan Jacobo Rousseau, me encanté  con su sencillez, cordura y seriedad con que  trató sus confesiones.

En una ocasión, platicando con un grupo de poetas y escritores jóvenes todos, de mi pequeña y gran ciudad Guatemala, fue mencionado el gran poeta Rubén Darío, recuerdo perfectamente que siendo muy joven a los quince años, cayó en mis manos un libro de este grande de la poesía.  Algo me chocó cuando leí el prefacio y, fue que Rubén, con toda su grandeza advertía que su poesía no era para el vulgo.   Bastó con eso para cerrar el libro pues naturalmente me consideraba del vulgo.

Para entonces contaba con quince años, y aún ahora me considero del vulgo.  Existen escritores elevados a quienes no alcanzo a comprender y manejan el lenguaje con toda propiedad y con toda mi ignorancia puedo decir que no me gustan: ¡Confío en mi buen gusto!

Sin embargo, amo sinceramente la sencillez con la que Juan Jacobo relata sus confesiones.  Pienso que era del vulgo.

Estamos ya a 23 de enero del año 2014, el mes vuela sobre una escoba de brujas. ¡Va rápido!

Es lo que digo, a distancia ves con más claridad tus circunstancias y puedes masticarlas mejor porque las ves con la óptica del distanciamiento y eso es así.  Si ves una obra de teatro es mejor que la veas a distancia y sin involucrarte para formarte una mejor idea de la obra en sí y, naturalmente de las actuaciones.  Ese distanciamiento te mantiene al margen de las emociones y te permite ser más objetivo en tus observaciones.


Volveré


(Foto de Aída)

jueves, 21 de enero de 2016

Monólogo IV

Para ser monólogo hace falta ‘el logos’ como bien apunta una buena amiga. Eso quiere decir: “el fundamento comunicativo” No intento comunicar algo, por lo que quizá no transmito nada.
Si podéis sacar algo de la nada os dejo mis divagaciones.
Por hoy, basta con esto. Es decir, por el momento, quizás más tarde vuelvo y continúo.


viernes, 15 de enero de 2016

INFORMO QUE EL MONÓLOGO III ESTÁ INCONCLUSO NO ME DI CUENTA Y GUARDÉ CASI COMPLETO EL TEXTO. PIDO DISCULPAS Y DEJO EL MONÓLOGO III COMPLETO


Los puntos suspensivos dan la sensación de que continuarás con un relato, o deja como una especie de suspenso sobre lo que vendrá enseguida casi no los utilizo aunque soy aficionada al suspenso, o mejor, a dejar en suspenso para interesar al lector, sobre lo que vendrá.
El simple hecho de dejarlos, los puntos suspensivos claro, me induce a considerar la necesidad de continuar. Es un buen estímulo, no se me había ocurrido antes sino hasta ahora, no por eso imagino, simplemente intento recordar o sensibilizar el pensamiento extrayendo los sub-textos de mis acontecimientos que a la distancia se vislumbran mejor porque los analizas y puedes extraerlos licuados, limpios de sentimentalismos. El sentimentalismo te limita te convierte en miope.
Lo divertido es que pensamos que ser sentimental es ser sensible, pero lo cierto es que el sentimiento te convierte en sensiblero y vamos en busca de la sensibilidad.
La noche se hizo para dormir, si no duermes tendrías que invertir el reloj y dormir de día porque bien dicho está: “que el sueño no se repone”. No sé cuándo repondré mis desvelos aunque ya casi ni me acuerdo de ellos.
Ahora duermo como recién nacida, aunque en noches como la de hoy por ejemplo, me permito dejar que el reloj avance en mi compañía.
Y todo por la necedad de seguir escribiendo. Es claramente la obsesión de escribir, menos mal que ahora esa obsesión se me dio por escribir. A veces he tenido otras obsesiones que me atan a lo bruto, me encantaría que la obsesión por escribir me atara a lo bruto, claro. Vosotros os daréis cuenta por cuanto tiempo llevaré esta obsesión cuando miréis que ya no vengo a dejaros las páginas de mis monólogos.

jueves, 14 de enero de 2016

Tercer Monólogo.



Los puntos suspensivos dan la sensación de que continuarás con un relato o deja como una especie de suspenso sobre lo que vendrá enseguida.  Casi no los utilizo aunque soy aficionada al suspenso, o mejor, a dejar en suspenso para interesar al lector  sobre lo que vendrá.


martes, 12 de enero de 2016

Segundo Monólogo

Los pensamientos surgen de a poquito y conforme surgen vas coordinando el pensamiento con el sentir.  Muchas veces se independizan, cada uno agarra por su lado es allí que se vuelven indómitos y no obedecen al señor del pensamiento.

Ya es de tarde del mismo día miércoles 22 de enero, se perdió mi cordón umbilical. Recién lo corté con la ausencia del fantasma de mi madre y empiezo a manejar mis emociones sin desvelos ni angustias con esa tranquilidad que te da la certeza de que existes para ti.  No siempre existes para ti, muchas veces existes para alguien más, algunos más.

Se llegará la noche y con ella el sueño; sin sueño ni pesadillas.
No importa lo que tengas que decir, dilo.

Sueño es una expresión que significa quimera, fantasía, visión, ilusión entonces… ¿que nos llega con la noche? El deseo de dormir.

¡Bueno! ya se llegará la noche sin sueño ni pesadillas sí, con un profundo deseo de dormir.

Y si el deseo de dormir no te llega, podrás pensar mil cosas antes de que se asome el alba que por estas fechas tarda un poco en llegar.

Quiero seguir escribiendo pero apenas el día de hoy empiezo el diario que dejé pendiente hace muchos, muchos años atrás por lo que me he fijado la tarea de escribir día con día según acontecimientos. 

No es verdad, escribir un diario no es escribir tu día a día, escribir un diario es escribir tus sentires, tus alegrías y tus tristezas, es exprimir tus situaciones y sacarles el jugo, ver más allá, leer el sub-texto de tus acontecimientos ese sub-texto es el que debes imprimir.

Y así, podría terminar mi monólogo YA, o más tarde, no importaría, siempre y cuando guardara todos los sub-textos de mis acontecimientos o para decirlo con palabras de Nitche: tus “circunstancias” creo que circunstancias y/o acontecimientos vienen siendo lo mismo prefiero usar mi humilde lenguaje y llamar a mis circunstancias acontecimientos.


Cuando deje de escribir será porque agoto al amable lector que se acerca a leerme, no es tan fácil mantener la atención de los lectores tienen la tendencia a aburrirse de lo que los cansa y créanme tienen toda la razón.  En mi calidad de lector, me aburro con mucha facilidad, aquello que leo debe ser lo suficientemente interesante para mí, para continuar leyendo.   Por eso los comprendo…


martes, 5 de enero de 2016

Primer Monólogo.

Hilo el pensamiento con la palabra, tocan  a la puerta y deshilo.  Retorno,  releo y veo mi poco avance.

Pero no, no es el día ni el momento para continuar.  Se queda hasta aquí.

Miércoles 21 de enero del 2014 y he dejado muy atrás mis anteriores impresiones.

Pienso que es mejor continuar que retomar.   Retomar es una mala costumbre porque descartas tus instantes del ya, por no utilizar la gastada frase del aquí y el ahora, pareciera que es poética, pero todo es poético sabiéndolo acomodar. 

Hasta decir que la luna tiene canas o que el sol luce su melena amarilla no lo verás, pero hasta eso bien acomodadito parece poesía y, quizás se le ocurrió mencionarlo a algún niño que confundió el sol con la melena de un león.  (sonrío),  lo cierto es que cuando lo lees tienes exclamaciones de admiración.

De repente te encuentras con alguna palabra desconocida y le das un lugar especial como para un orate y, partiendo de que es un orate aquel que la expresa  te consideras un cuerdo analfabeta que no está a la altura del tal orate.

Lo cierto es que vas confundiendo el cebo con la manteca y cuando vienes a ver, tus recursos van en aumento o por lo menos  puedes enlistarlos en el vocabulario de los locos.  Cuando llegas a la satisfacción de que te llamen loco porque loco también fue llamado Einstein te vas considerando genio o medio genio.

Casi se llega la hora de ver que almuerzo y tendré que levantarme de mi silla frente al ordenador para ir a la cocina, cocinaré algo liviano para evitarme problemas de salud.

Lo reconozco como irrelevante pero es una realidad de la que no puedo dejar escapar, existe la cocina y existen necesidades que tienes que compartir con los miembros cuerdos de tu comunidad.   Cuando me planteo lo normal de lo anormal trato de no justificar que la anormalidad de algunos, reside en el paso que hay entre la verdad y la mentira, entre la realidad y la irrealidad, entre el compromiso y la irresponsabilidad.  ¿Qué será la normalidad entonces? Hay quienes piensan que su pensamiento científico los exime o justifica frente a la locura que pretenden llevar sobre sus hombros. 

El temita me atosiga pero me interesa.


Lo malo es que tendré que dejarlo YA, con la promesa de continuar con estos monólogos otro día.