domingo, 14 de diciembre de 2014



Siempre pensé que Frank Sinatra resolvería mis sueños infantiles, estuve tentada mil veces a enviarle una carta para solicitarle una casa propia.  Estaba segura que de lograrlo tendría la casa que soñaba.  Una igual a la de Ronaldinho el futbolista brasileño, bueno, igual o parecida porque por aquel entonces Ronaldinho no había nacido.

Cuando vi las fotografías de la casa de Ronaldinho, me dije:  “Esta es la casa que siempre he querido".  Jo...


Recordemos que la generación de los años cuarenta o sea la mía,  fue una generación imaginativa, aparte de ingenua y cargada de mensajes románticos.  El cine traía casi sólo películas subliminales, ¿quién no caía en ese ambiente lleno de melancolía, nostalgia y amor?

Hice varias cartas (a mis diez, once años) que nunca llegaron a su destino,   no encontré la dirección de Frank.

Pero sigo pensando que si hubiera recibido una de mis cartas, me hubiera citado en su oficina o mansión y a estas alturas de mi vida estuviera viviendo en una casa a la orilla del bello Lago de Atitlán Guatemala, o bien a la orilla del mar como Ricardo Arjona que se fabricó una enorme casa desde dónde contempla el mar.

No me puedo quejar, pues vivo en una casa cómoda y funcional rodeada por muchos árboles escuchando el trino de las aves por las mañanas y por las noches  cuando regresan a dormir.  Tengo dos gatos y me siento bien acostumbrándome a ser feliz en soledad para saber  elegir mi compañía y no tenerla por necesidad.

Con este pequeño texto y en compañía de Frank, les dejo muchos besos y abrazos hasta en enero 2015 que espero poder volver para disfrutar de vuestra grata compañía.

QUE LA PASEN BIEN.  ¡HASTA ENTONCES!


Aída.

Tomás y Totoro

sábado, 13 de diciembre de 2014



Y QUE EL  AÑO 2015 NOS TRAIGA MUCHA SALUD Y AMOR EN NUESTROS CORAZONES.


AÍDA.