Pensando en el
después dejamos de pensar en el ayer y vemos como los días nos acercan a una
nueva realidad. Y es que ubicamos los
acontecimientos en el justo lugar en los que fueron vividos. Inmóviles, incoloros los días, con dolor, sin
dolor porque ya no sientes el dolor que te ocasionaron ahora miras al después y
florecen tus pensamientos porque cada instante es una nueva expresión de vida.
Podríamos
decir que utilizamos aquellos días únicamente como un recurso para expresar un
acontecimiento muerto al que paradójicamente damos vida.
Ahora muerto,
pero que en su oportunidad torturó tu mente y tu sentimiento hasta exprimirlo
en el dolor con sabor a sal.
Muchos de
ustedes se preguntarán ¿Por qué cuando escribimos nos dejamos llevar por el
sentimiento de melancolía o de dolor? Pero no es cierto, esos sentimientos se han eliminado en el mismo
momento que se elimina el recuerdo, el que se elimina con el magnífico espacio
por no decir tiempo, porque el espacio está muy ligado con el tiempo y el
tiempo me parece que si no estuviera acompañado del espacio no nos sería de
tanta utilidad.
Y al final ¿Qué
queda? solo la experiencia de la que sacamos diferentes conclusiones,
conclusiones que nos ayudan a conocer la vida para seguir viviéndola y
descubrirla con la brillantez que da el movimiento continuo, interpretando de esa manera lo que significa
la dialéctica que nos ubica en la
espiral del tiempo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPrimeras!!!!
ResponderEliminarY al final que dejas?? Crecimiento, que nos ayuda a ver la vida con matices diferentes.
claro que e el momento, las tristezas duelen y pesan, pero despues se puede observar con mayor claridad.
Olvidar es una terapia inmejorable.
ResponderEliminarCómo si naciéramos cada día.
Besos.
La experiencia debiera evitar nuestras recaídas, pero siempre seguimos tropezando con la misma piedra, es inevitable.
ResponderEliminarNo siempre uno expresa lo que ha vivido bajo el manto de la tristeza, melancolía o el dolor, pero es bueno darle salida para que no se enquiste en el interior. Aunque lo mejor es ser capaces de transmutarlo todo y dejar que la belleza, y el amor afloren en todo lo que hacemos.
ResponderEliminarBesos
Creo que cuando recordamos volvemos o revolvemos lo que sentimos en el momento justo en el que sucedió el nacimiento de ese recuerdo, aquel suceso pudo hacernos sentir bien o no y por un momento, desde mi punto de vista, sentimos de nuevo las mismas sensaciones.
ResponderEliminarSi bien es cierto que mucho más amortiguadas por el espacio-tiempo, es verdad.
Una cosa es olvidar y otra, relegar a la memoria más recóndita.
Besos.
Lleva razón Toro, es mejor empezar desde cero.
ResponderEliminarUn abrazo guapa.
Aida, siempre fue un lema para mi : "La vida empieza cada día" Ello significa valorar el presente y vivirlo con intensidad...Sin embargo, es importante renovar recuerdos, que nos ayudan a fortalecer sentimientos y a mirar la vida en perspectiva, como un aprendizaje continuo...Siempre pensé que el tiempo no existe, que todo es presente y también los recuerdos y las personas que hemos querido y ya no están, permanecen cerca...Te dejo mi gratitud por hacer pensar, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño siempre.
M.Jesús
usar de la vida los buenos recuerdos para alimentarla. Pero lo triste no da de comer...
ResponderEliminarDe acuerdo con Toro.abrazos
ResponderEliminarBueno olvidar del todo creo que es algo complicado, otra cosa es que no lo rememores a cada instante y los recuerdos se hagan cada vez más lejanos. Aunque de cuando en cuando no viene mal acordarse de cosas para no volver a caer.
ResponderEliminarBesotesssssssss querida cuidate
Querida Pluma
ResponderEliminarEl dolor pasado se ha convertido en un leve rocío que acompaña mis madrugadas y se va disipando entre los pliegues de mis rugosos días. Lo malo es que a veces me descubro añorando su vivaz tristeza.
Sus textos siempre dejan una huella revoloteando entre mis pensamientos.
Un beso
Un monólogo redondo, Lady Indie Red. Me ha gustado esa espiral, ese sentir y ese pensar.
ResponderEliminarBesos transoceánicos, siempre.
Me encantan tus monólogos.
ResponderEliminarLa continuidad en el tiempo es un pálido reflejo a nivel del pensamiento de la verdadera eternidad de la consciencia.
Abrazos querida Aída.
La vida son experiencias que nos van conformando y n os enriquecen.
ResponderEliminarImporta y mucho no perder nunca el recuerdo que es el que da sentido a nuestra existencia.
Sin la memoria, todo se convierte en Nada.
Tus monólogos son muy enriquecedores, Aída del alma mía.
EliminarQueridos amigos, mi corazón se llena de felicidad al ver que hacen su aparición antiguos amigos que habían desaparecido de Blogger. al verlos de nuevo, creo que intentaré volver.
ResponderEliminarEstá retornando el cuerpo pesado.
Ya de por sí, mis comentaristas son inteligentes y eso también satisface. Me devuelven la vida.
Yo soy bastante torpe. A mi la experiencia creo que no me sirve de nada. Besos.
ResponderEliminar❀
ResponderEliminar✿‿⎠
É a teia da vida: tropeçar, cair, levantar... mas sempre ter fé!...
Bom fim de semana!
Beijinhos.
╰✿╯
Si yo pudiese eliminar los sentimientos de dicha o dolor, partiría de cero y no sufriría mi corazón.
ResponderEliminarCierto es que el tiempo puede hacer milagros y cicatrizar heridas, pero el recuerdo parece que se esfuerza por abrirlas y te trae a la mente instantes que vuelven a herir el alma.
De todas formas, reconozco que se vive de otra manera, la experiencias malas también son de ayuda para aprender y salir fortalecida de ellas.
Amiga mía, siempre me haces pensar.
Cariños en el corazón.
kasioles
Los años nos sirven de experiencia para no volver a cometer errores en nuestras vidas, ojala fuera fácil olvidar aunque algunos recuerdos sean malos, pues vuelven a nuestra mente una y otra vez.
ResponderEliminarUn abrazo Pluma Roja.
Estás muy filosófica...ultimamente
ResponderEliminarHay espacios en los que el olvido es tan fácil de lograr...
ResponderEliminarporque un cuerpo es un espacio, ¿verdad?
;)
Besos, Plumita.