Me cuestiono:
¿Qué busco? Realmente, además de la felicidad, como es de todos bien sabido
porque eso nos enseñan desde pequeños (“el hombre nació para ser feliz”) la
tranquilidad y la paz interior. Cada
quien encuentra el camino de esa tranquilidad y esa paz interior así como cada quien descubre si existe o no
existe Dios.
Complicado. La paz y tranquilidad la encontramos en el
momento que tenemos resuelto nuestro problema económico y, podemos disfrutar de
la vida sin necesidad de desgastarnos buscando fuentes de subsistencia.
El hombre
primitivo que no se había creado tanta necesidad ni física ni moral, se
acercaba a la felicidad y la paz
espiritual más rápidamente. El hombre
moderno ha descubierto la comodidad y la diversión como base para su felicidad
y tranquilidad. De esa diversión y
comodidad se desprende la desgracia del ser humano.
El hombre
primitivo construía su cabaña cercana a un río o lago, vivía de la pesca y se
desarrollaba más sano que el hombre moderno.
No tenían a su alcance ni licor ni droga que hace tanto estrago. Cultivaban la tierra y producían verduras y
árboles frutales, prácticamente no necesitaban dinero para comprar víveres. El hombre moderno gasta horrores para cubrir
esas necesidades básicas.
Naturalmente
tenía que haber un desarrollo de la sociedad, ¿Sería desarrollo? Quizás en un
principio, pero como siempre, ese
desarrollo se vio contaminando con la decadencia de valores morales o
éticos. La corrupción y la ambición del hombre tiraron
por la borda lo que consideraron desarrollo.
Cuanto se han
quebrado la cabeza grandes economistas y sociólogos descubriendo las Leyes del
desarrollo de la sociedad. ¿De qué ha
valido? Marx y Engels, demostraron que las relaciones de producción entre los
hombres son la base de toda la vida social.
¿De qué ha valido ese descubrimiento?
Pues ha valido para que otros se apoderen de él y lo utilicen para beneficio propio. Y así viene siendo desde que un hombre primitivo descubrió que podía obligar a otros a cazar o cultivar para él. El hombre no tiene solución. Sólo la mujer, desde el lamento de sus entrañas, puede ofrecer alguna esperanza para la humanidad. O quizá ni eso.
ResponderEliminarUn beso
La esperanza que puede ofrecer una mujer es el nacimiento de una nueva vida. Y sin embargo es posible que frente a los últimos acontecimientos la mujer deje de ofrecer esa esperanza.
ResponderEliminarOtro beso.
De bien poco ha valido.
ResponderEliminarY cada vez vamos a peor.
Esta es la primera generación en la historia de la humanidad en que los hijos vivirán peor que los padres.
Besos.
¿Y por cuanto tiempo? A cómo vamos. Calcina el sol.
ResponderEliminarBesos Torito.
Para pensar hoy amiga,abrazo.
ResponderEliminarAbrazo amiga.
ResponderEliminarHola Aída. La civilización consiste en teoría en un avance a todos los niveles,no solo en el económico,pero a día de hoy es bien sabido que ni siquiera en ese hemos avanzado en todo el mundo,muy al contrario,hemos retrocedido en valores como el gusto por lo artístico o el sentido social.Tal vez en lo único que hemos avanzado haya sido en lo tecnológico,pero no siempre sirve para progresar.En fin, creo que la humanidad debería replantearse el concepto de progreso.
ResponderEliminarEspero que estés ya recuperada de tu operación de cataratas y no te preocupes si no puedes participar en el juego de los poemas, no siempre se puede...
Un abrazo
PD: (Aparece una errata en el número romano del título, 19 se escribe XIX)
Tienes razón y quizá el avance en la tecnología haya suspendido el progreso artístico y espiritual coincido contigo que la civilización debe tener un avance a todos los niveles, pero como que estamos retrocediendo. Y ¿quieres que te diga algo? es por el problema económico de los pueblos que se han visto depredados por los políticos corruptos. Los valores morales han muerto o casi.
ResponderEliminarAún no puedo entrar como quisiera a Internet. Si lo logro a principios de la semana entrante me comunicaré contigo.
agradecida.
Yo me siento fuera de la sociedad.
ResponderEliminarO la sociedad fuera de mi. Ya lo se.
A veces me siento más cerca de las flores de mis macetas que de los demás humanos.
En fin...
Besos.
Seré un bicho raro de una raza rara.
Buen finde.
Pues cada quien busca lo que le satisface. A ti un jardín.
EliminarSaludos Amapola.
¿Te lo digo?
ResponderEliminarCreo que tú misma lo sabes mientras desarrollas tu texto...
No ha servido de nada.
Tendremos, quizá, que involucionar para saber el auténtico significado de la felicidad, mucho me temo.
Un abrazo.
Muchas veces me he echo esta misma pregunta y llego a la conclusión de que antes vivian mucho mejor y acordes con todo lo que les rodeaba y ahora aunque dicen que hemos evolucionado en muchos aspectos creo que hemos involucionado y me da mucha pena.
ResponderEliminarBesos
Difiero un poco de esto, porque tengo la sospecha que las debilidades humanas (TODAS) acompañan al hombre desde que apareció en la Tierra...sino...no fuera humano
ResponderEliminarMarx y Engels se equivocaron. Para mi punto de vista, el sentido profundo está en encontrar la Paz a pesar de las adversidades y en no caer en el Hedonismo. Lo material suele exclavizarnos y dividirnos entre nosotros. La falta de Paz genera dependencia con las cosas materiales. Gracias por tus buenos aportes Pluma. Te envío mi afecto.
ResponderEliminarUN PLANTEAMIENTO MUY COHERENTE. GRACIAS POR COMPARTIRLO.
ResponderEliminarABRAZOS
Todo esfuerzo nos sirve para algo, Pluma y si no directamente, indirectamente y así es como avanza el mundo.
ResponderEliminarEs una buena reflexión.
No soy sociología, sé poco para aconsejar a otros, pero por experiencia entiendo que la ambición lleva a la corrupción y el egoísmo al peor de las soledades.
ResponderEliminarmariarosa
Para mi, que tanto desarrollo no nos lleva a nada bueno, si contemplamos el panorama mundial ¿a donde nos ha llevado?.
ResponderEliminarUn abrazo Pluma.
Muy buena reflexión, Aida...Pienso que el hombre se ha alejado de la naturaleza y ha perdido sus valores, se ha deshumanizado...El hombre debe seguir amando y respetando la naturaleza y tomarla de referente. En la naturaleza está el respeto, la autenticidad y los valores espirituales que el hombre necesita.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Aida.
M.Jesús
No lo sé, Plumita, no lo sé...
ResponderEliminarYa no le encuentro respuestas a nada, será que dejé de preguntarme ya que ni lo básico me seduce en sus certeras y veraces respuestas que todos dan ya por hechas y consabidas.
Un besito, mi Plumita.
Es un análisis muy bueno. Hasta ahora de muy poco ha servido. Pero no sé... albergo la esperanza de que el ser humano dará un giro favorable. Pues veo chicos que a menudo me dejan estupefacta de lo sabios, conscientes y sensibles que están naciendo.
ResponderEliminarAbrazo fuerte, amiga.
Dice un viejo refrán: No es más feliz el que tiene mucho, sino el que menos necesita.
ResponderEliminarAbrazos.
Aquí se ve esa diferencia abismal Aida, entre el campo que se planta, se siembra , se vive el dìa de trabajo y se disfruta de esa cosecha, del logro de tener en invierno en la alacena a los citadinos que dependen del supermercado hasta para un te de yuyos. Aquí se esta viviendo una vuelta al campo, esperamos una generación mejor. Al menos yo la espero amiga. Tanto estudiar para volver a lo sencillo.
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