te hiciste pequeñita
…diminuta
y pensé en mi madre
cuando me le hice diminuta
con sonrisa o sin ella
no tuve tiempo de despedirme
distinguí un punto
y sabía era ella
el punto desapareció
y sentí su abrazo fantasmal
pero fue tarde para decir adiós
Ahora vago entre el fantasma
y el punto
que se desvaneció.
(Florero de Van Gogh)
Todavía no te has despedido.
ResponderEliminarQuizás aún está.
Besos.
Nunca es tarde para decir adiós.....los del otro lado viven un tiempo sin tiempo.
ResponderEliminarAbrazos dulce Aída.
La mía vino a despedirme y no me enteré de su ausencia hasta pasados muchos días.
ResponderEliminarLa echo tanto de menos.
Cuesta decir adiós, pero siempre es necesario hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Aida, yo tampoco me pude despedir de la mía y eso duele, aunque si te digo la verdad, la siento a mi lado y se que desde donde esta, nos protege a mis hermanas y a mi:)
ResponderEliminarBesos.
Creo que no terminarás de despedirte Pluma....
ResponderEliminarSeguro te acompaña.
ResponderEliminarBesos
Maravilloso este pensamiento-poema de tu cuaderno de notas...
ResponderEliminarY no existe mejor compañía que Van Gogh para este sentimiento...
ABRAZO GRANDE, amiga.
Alguna vez llegará el momento del adios y todos quedaremos en paz y con la conciencia más tranquila.
ResponderEliminarBesotesssssssssss querida Aida
*de la mía, aguardo el regreso
ResponderEliminarjamás se marchó
y no hubo lugar a despedidas...*
besos
Un punto en el espacio ya es mucho.
ResponderEliminarNo hay porque despedirse para quien queda diminuta en el alma.
ResponderEliminarHay puntos de apoyo que, fijos en el alma, pueden mover todo nuestro universo.
ResponderEliminarbss
QUEDÉ TRISTE...
ResponderEliminarSerá porque sigue en ti.
ResponderEliminarBesitos, mi Plumita.