Recuerdo las
confesiones de Juan Jacobo Rousseau, me encanté
con su sencillez, cordura y seriedad con que trató sus confesiones.
En una
ocasión, platicando con un grupo de poetas y escritores jóvenes todos, de mi
pequeña y gran ciudad Guatemala, fue mencionado el gran poeta Rubén Darío,
recuerdo perfectamente que siendo muy joven a los quince años, cayó en mis
manos un libro de este grande de la poesía.
Algo me chocó cuando leí el prefacio y, fue que Rubén, con toda su
grandeza advertía que su poesía no era para el vulgo. Bastó con eso para cerrar el libro pues
naturalmente me consideraba del vulgo.
Para entonces
contaba con quince años, y aún ahora me considero del vulgo. Existen escritores elevados a quienes no
alcanzo a comprender y manejan el lenguaje con toda propiedad y con toda mi
ignorancia puedo decir que no me gustan: ¡Confío en mi buen gusto!
Sin embargo,
amo sinceramente la sencillez con la que Juan Jacobo relata sus
confesiones. Pienso que era del vulgo.
Estamos ya a
23 de enero del año 2014, el mes vuela sobre una escoba de brujas. ¡Va rápido!
Es lo que
digo, a distancia ves con más claridad tus circunstancias y puedes masticarlas
mejor porque las ves con la óptica del distanciamiento y eso es así. Si ves una obra de teatro es mejor que la
veas a distancia y sin involucrarte para formarte una mejor idea de la obra en
sí y, naturalmente de las actuaciones. Ese
distanciamiento te mantiene al margen de las emociones y te permite ser más
objetivo en tus observaciones.
El comentario de Rubén Darío, lo encuentro un insulto al vulgo Pluma Roja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tú no puedes volver.
ResponderEliminarSiempre estás.
Besos.
Quienes se creen estar por encima de las personas normales, por muy buenos escritores que sean, deberían de ejercer con más modestia y pensar que nacemos por igual y morimos de igual manera.
ResponderEliminarMe gusto tu manera de enfocarlo.
besos
Somos libres para opinar y decir lo que nos gusta o no.
ResponderEliminarHe aprendido a pasar por alto lo que opinen de mí, lo que nunca sabrán es lo que yo puedo pensar de ellos.
Ya sabes, amiga mía, la arrogancia no es una de las buenas virtudes.
Te dejo mis cariños en un fuerte abrazo.
kasioles
Es preferible ser humilde para ser ensalzado. Las opiniones de los demás sobre mi no me interesan.
ResponderEliminarMe gustaron tus decires,abrazo.
ResponderEliminarEs verdad, es preferible de tonto que de soberbio. Por cierto corrige el año que pusiste 2014...La resaca de año nuevo
ResponderEliminarCreo que de venderlo, crucificaría a R Darío... a uno de esos cisnes que se guillotinaron la poesía en aras de un cambio, radical por ser rebeldes e intentar reiventar la poesía...
ResponderEliminarY no lo merece.
Su Sonatina, es uno de esos poemas hoy tan populares que hasta quienes ni sabían/saben leer, recitaban/ y sigue recitando aún hoy ese vulgo...
Rousseau, ves? a mí se me quedó hasta chiquito... Pobre Emile
;)
Me perdonarás si hoy no comulgo con tus ideas??
Espero que sí.
Besos, mi Pluma.
el vulgo es el auténtico sabio. Porque le sobra sencillez.
ResponderEliminarR D ´, tal vez no 'sencillamente' ha engrandecido no solo la Poesía sino toda una Lengua universal. Es algo que nadie discute
ES MUY BACANO SER DEL VULGO, SE ES LIBRE...!
ResponderEliminarABRAZOS
Aida, regreso de nuevo con vosotros después de mi viaje a Australia...Valoro tus apreciaciones, la sencillez y naturalidad es la que nos llena el alma y nos hace de seguir aprendiendo...
ResponderEliminarOs dejo un pellizquito de emoción en mi blog y un abrazo grande, Aida.
M.Jesús
Vuelve pronto Aída...te extrañaremos!
ResponderEliminarBesosssssss
Al poeta lo siento como voz del pueblo amiga Pluma y con baja autoestima....
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