Te dejé esperando
justo al dar la vuelta en la próxima esquina.
Di un giro lento
y apareció el trapecio
que jugaba en el aire con la cabellera
de hilo
del que se deslizaba
la pequeña Aurora
rubia como el sol
con ojos de interrogación
mirando desconcertada
la ubicación
de la noche.
Un, dos, tres
Matatero tero la
Lalala.
Matatero tero tero ( le he añadido un "tero" porque me gusta más.
ResponderEliminarLalalalaaaaaaaaaaaaaaaaa
Besos desde el trapecio más surrealista del mundo.
Alegre y divertido, Aída. Fresco.
ResponderEliminarVuelta la vuelta /y al alirón /espera la pera /la media van dos/
ResponderEliminarCampanicas de Montalbán unas vienen otras van.....
Besos
Vuelta la vuelta /y al alirón /espera la pera /la media van dos/
ResponderEliminarCampanicas de Montalbán unas vienen otras van.....
Besos
Lindisimo!!!! abrazos
ResponderEliminarEl terror a la soledad de la noche expuesto en clave de ternura.
ResponderEliminarMe sonó a canción infantil preciosa y reconciliadora.
Abrazos.
Viva la alegría!!
ResponderEliminarUn abrazo, Aída
Desenfados veraniegos, muy refrescante y apropiado.
ResponderEliminarHe vuelto a ser niño, al recordar mis juegos infantiles.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un balanceo entre los vaivenes de la vida.
ResponderEliminarBesos y besos
La pequeña Aurora...Como en un cuento: del sueño al despertar.
ResponderEliminarBesos Aída querida.
Una canción que nos lleva de la noche al alba y nos recuerda, que la vida es un juego continuo, que hay que vivir, sentir y disfrutar...Muy bueno para seguir fluyendo hacia adelante con una sonrisa, Aida.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo de luz, amiga.
M.Jesús
JEJEJEJEEJE MUY BUENOOO.
ResponderEliminarABRAZOS
Títeres sin dueño, a la merced de cualquier viento, y qué frágiles son esos hilos...
ResponderEliminarBesitos, mi Plumita.