Aida, el corazón, habitáculo de sentimientos, a veces se queda dormido, pero no congelado...El corazón espera siempre despertar a la belleza del sentimiento y tú lo tienes muy despierto, amiga... Mi abrazo de luz y mi cariño siempre. M.Jesús
Y así nos va la vida, de frío en calor, de calor en frío...pero congelarse ya es dejar de latir. Por lo tanto, le pido a la hermosa poetisa que no se deje hacer así. Es tanto lo que tiene por entregarnos aún...
Abrazo grande por la hermosa inspiración,amiga (y por la compañía de esa bella pintura!)...
Así es la vida tal como lo dices. Pero hay que aférrate al sol de tu universo para que el invierno no teja su blanco manto helando el alma desprevenida. Un abrazo Aída
No lo congeles, lo necesitamos vivo y latiendo con amor. Un beso grande.
ResponderEliminaruhmmmm pues espero que tarde mucho en volver a congelarse jejeje
ResponderEliminarCuidate mucho, besotessssssssssssssss
Así vamos....
ResponderEliminarDel calor al congelamiento.
Y viceversa.
Besos.
Ciclos de vida
ResponderEliminaraún asi espero que no llegue el invierno .. vale?
abrazos
Y aunque sea con un tibio calor, nos protege del frío invierno.
ResponderEliminarUn abrazo y buen día.
Aida, el corazón, habitáculo de sentimientos, a veces se queda dormido, pero no congelado...El corazón espera siempre despertar a la belleza del sentimiento y tú lo tienes muy despierto, amiga...
ResponderEliminarMi abrazo de luz y mi cariño siempre.
M.Jesús
Hola Aida, el corazón no debemos congelarlo, aunque nos empeñemos en hacerlo no lo conseguimos nunca, por eso debemos cuidarlo mucho.
ResponderEliminarBesos.
Así es como la felicidad se comporta a gusto de todo : calor, frío, hielo y descongelacion...
ResponderEliminarEl caso es dar en el punto exacto.
Besos
Así es como la felicidad se comporta a gusto de todo : calor, frío, hielo y descongelacion...
ResponderEliminarEl caso es dar en el punto exacto.
Besos
Y así nos va la vida, de frío en calor, de calor en frío...pero congelarse ya es dejar de latir. Por lo tanto, le pido a la hermosa poetisa que no se deje hacer así. Es tanto lo que tiene por entregarnos aún...
ResponderEliminarAbrazo grande por la hermosa inspiración,amiga (y por la compañía de esa bella pintura!)...
Habrá que recoger leña de reserva, no sabemos cuando la vamos a necesitar.
ResponderEliminarAbrazo querida Aída.
He ahí el poder de las palabras,son capaces de descongelar corazones congelados.Aunque algunos ni por esas se descongelan...
ResponderEliminarAbrazos
He ahí el poder de las palabras,son capaces de descongelar corazones congelados.Aunque algunos ni por esas se descongelan...
ResponderEliminarAbrazos
No tengas prisa...
ResponderEliminarBesos amiga
Del hielo al calor y luego al hielo mmm... yo me quedaría con la calidez o la ternura, amiga.
ResponderEliminarAbrazos inmensos.
¡Quédate sin congelar por favor!
ResponderEliminarNo, por nada lo vuelvas a congelar... que te sirva de calefactor en el siguiente invierno.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, Aída.
No lo congeles, déjalo vivir al calorcito de algún nuevo cariño.
ResponderEliminarmariarosa
Así es la vida tal como lo dices. Pero hay que aférrate al sol de tu universo para que el invierno no teja su blanco manto helando el alma desprevenida. Un abrazo Aída
ResponderEliminarGUAUUUUUU
ResponderEliminarHay palabras que congelan el corazón y otras que hacen arder el aire...lo malo es que a veces de tanto cambio se nos resquebraja el corazón.
ResponderEliminarBss
¿Y qué tal si lo dejas fluir en el verano de tu despertar?
ResponderEliminarBelleza y Gracia
Isaac
¿Y qué tal si lo dejas fluir en el verano de tu despertar?
ResponderEliminarBelleza y Gracia
Isaac
Vida, lo llaman...
ResponderEliminarBesitos, mi Plumita.
Hay palabras que pueden dar abrigo al corazón..
ResponderEliminarMuy lindo, me gusta como escribes. un beso