Una ranura en la madera es todo.
Pasan los colores, los sonidos, los olores.
No trates de forzar la mente.
Las ideas surgen, se dan gratuitamente, se te ofrecen, se te entregan,
las despides, se mojan, se asolean y allí están.
Te nacen así, tranquilamente.
Incoherentes, testarudas, necedades, que sé yo, no sé por qué ¿Cuál es
el afán? Insolente, sin respeto ¿Algo más? ¿Y todo para qué? La mano va y viene
no hay sentido, está bien.
¡Todo es nuevo! ¿PERO POR QUÉ? El
color le queda bien ¡Es neurosis! ¡Es locura! Está grifa, qué buena era, ¿Ahora
para qué?
¿Qué querés tomar?
El café, la limonada, un tu trago. Las candelas, el cajón, los panqueques, el
alquiler de la casa, te cortaron la luz, te quedaste sin chance, el Cadillac,
la cholera, el salón, el peinado, el mosch, el conflecs, la gelatina, la
naranja, los huevos, la mañana, el baño, la hora, ya me voy, el besito, hasta
pronto, la carrera, la avenida el jalón, las muchas gracias, el ¿cómo está
usted? Todos bien gracias-a-dios, el trabajo, el periódico, las noticias, la
señora, la merienda, el café, la deuda, la hora.
Hay nos vemos, el almuerzo, el jalón, las muchas gracias, el ¿Cómo está
usted? Todos bien, la oficina, el café, el pastel, las preguntas, la hora, hay
nos vemos.
La cena, el sueño, la mañana, el baño, la hora…la hora…la hora…
Aída Niederheitmann Lara.
Junio de 1976
El texto aparece en mi libro de Cuentos y Relatos.
ResponderEliminardespierta interés tu Libro Pluma.....
ResponderEliminarGracias Lao, te gustaría.
ResponderEliminarNo sé como hacértelo llegar, me gustaría que guardaras ese recuerdo mío. Tu me dirás.
Gracias por tus palabras.
El día no da para tantas cosas.
ResponderEliminarMe has hecho recordar cuando tenía que estar el tiempo para llegar a todas partes.
Ahora ya no.
Y mucho mejor.
Besos.
Bueno la vida se vuelve incoherente cuando empieza el día y todo va tan aprisa que cuando te quieres dar cuenta estas otra vez en el punto de partida al dia siguiente, jejeje
ResponderEliminarBuen texto el que forma parte de tu libro querida.
unos besotessssssssss cuidate
Por esas ranuras en la madera se escapa la vida y la razón.
ResponderEliminarBss
No tenía idea de que hubieses publicado el libro de Cuentos y Relatos, sería interesante poderlo leer.
ResponderEliminarPreguntaré por él en mi librería habitual.
Felicitaciones.
Cariños.
Kasioles
Interesante, Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu visita .
Feliz semana.
Cuando vamos deprisa sin pararnos a asimilar lo que vivimos, todo pasa como una película a mil revoluciones y no nos queda nada...Buena crítica de la prisa y el stress, amiga...Mi felicitación y mi abrazo grande, Aida.
ResponderEliminarM.Jesús
Cada cosa a su tiempo. La vida pasa tan deprisa por nuestra culpa. Queremos hacer todo precipitadamente y no disfrutamos de las cosas sencillas y de momentos que son única y exclusivamente nuestros. Pasamos los días en un reactor desde el desayuno a la cena, y con tanto estrés, no descansamos y volvemos a la rutina envolvente nuevamente.
ResponderEliminarInteresante publicación.
LA PACIENCIA ES DE LO QUE SE ADOLECE EN ESTOS TIEMPOS.
SI NO HAY PACIENCIA, NO HAY SERENIDAD, Y SIN SERENIDAD, NO SE PUEDE ACTUAR EN CONSECUENCIA.
Un abrazo.
Lo cierto es que nos pasamos la vida siendo incoherentes, engullidos por la vorágine del vivir sin sentir, sin pararnos a reflexionar las más de las veces...
ResponderEliminar:(
Besos.
Apurando la vida ... disfrutando el trago
ResponderEliminarMe gustó y mucho
Un abrazo y buena semana !!
Incoherencias, muy coherentes.
ResponderEliminarmariarosa
El día te cunde mucho, ¿cómo lo haces?
ResponderEliminarBesos
Las incoherencias son la sal de la vida.
ResponderEliminarsiempre nos corre el tiempo....
ResponderEliminarMe encantó.
Besos Aída.
Hermosa narración! Muy original e interesante. Eres una narradora excelsa!
ResponderEliminarMis cariños.
Este texto contiene muchas cosas valiosas. Me gusta.
ResponderEliminarUn beso
Yo que soy una incoherencia con dos patass, te entiendo tan bien!!!
ResponderEliminar:)
Y
;)
Besos, mi Plumita.
Sé que llego tarde, pero es que ando medio loquita viajando por trabajo.
vivimos así, es una locura
ResponderEliminarme gustó
saludos
Y aunque caigan rayos de punta, Pluma mía, y todo se está hundiendo, a nosotros nos preguntan: ¿Cómo estás?
ResponderEliminar-Bien muy bien.
Y eso es porque siempre las cosas pueden ir a peor.
Lo describes muy bien, Pluma.
Muy interesante entrada Pluma Roja, las 24 horas del día nos vienen cortas con la vorágine en que vivimos metidos.
ResponderEliminarUn abrazo.